Aquel Emotivo Pregón de Las Fiestas de Ntra. Sra. del Buen Suceso (2012) por el Doctor D. Rafael Martel Lozano
Artículo de Antonio Estupiñán Sánchez
4 de Octubre de 2016
Fue aquel sábado día 4 del mes de Agosto de 2012 siendo el pistoletazo de salida de los festejos cívicos / religiosos de las fiestas patronales en honor a Nuestra Señora del Buen Suceso y San Roque con el pregón a cargo del eminente doctor en Urología e hijo de este pueblo del Carrizal de Ingenio don Rafael Martel Lozano, teniendo como escenario la Sociedad Recreativa y Cultural de Carrizal ante un numeroso público que llenó el aforo de esta importante Sociedad, la presentación corrió a cargo de don José Pulido Santana, antes del pregón actuaron el Coro Chelys y la Coral Haderech, bajo la dirección de Héctor de Armas.
Don Rafael Martel Lozano hizo un emotivo pregón donde tuvo recuerdos y vivencias desde su niñez, su juventud y su madurez hasta nuestros días, tras  su salutación y el agradecimiento de haber sido elegido el pregonero en este importante año. Antonio Estupiñán Sánchez (testigo directo de aquel emotivo pregón) extractó de su alocución los momentos mas importantes de su pregón.
“En el ayer – nos dice en su pregón  don Rafael Martel Lozano - encuadro unas calles empedradas, con el pilar del abasto estratégicamente situado en la plaza, a donde acudían la gente a acarrear agua para sus casas, los muchachos con “ganchos” y las muchachas con los recipientes en la cabeza. A los chiquillos jugando a la pelota en la calle empedrada con “pelota de trapo”, así teníamos de fuertes los tobillos y no nos lesionábamos. Posteriormente y para las fiestas empezaron a ponerles picón que se colaba entre las piedras y nos raspábamos más en las caídas, de allí pasamos a la casa/chalet de don Luis Rivero Luzardo (el practicante) donde en ese lugar para nosotros era como un “estadio olímpico” porque también practicábamos saltos de altura y longitud y llegamos a formar un equipo de fútbol emulando al club Halcón como equipo de la pasada época”.
En su alocución el doctor don Rafael Martel tuvo recuerdos para muchos paisanos suyos ya fallecidos “El otro día les preguntaba a Celestino Cruz y a Enríquez Estévez por el listado de tiendas y bares y su respuesta fue “había una en cada puerta”, el pueblo estaba plagado de ellos, recordamos a Candelarita en la esquina de la plaza con la calle Sor Josefa Morales, subiendo estaba la de Pino Sánchez, El Frontón, Jaimito el árabe, Juanito Manuel, Maestro Blas (el único bar que todavía existe frente a la Iglesia), Santiaguito Robaina el retratista, más arriba Mariquita Sánchez, Maestro Agustín, Federico Álamo, Juanito José, los Martínez, Constancita pasado a Julián Domínguez, Antoñito Liria pasado a los hermanos Cruz, Domingo Martín, Perét, Periquito Cruz, Juan Domínguez pasado a Juan Díaz, Antonio Ramírez, Carmita, Chanito y Paquito Díaz, Maestro Pepe el Carpintero, Pepito Trujillo, Andreita, Luciano, Juanito Vega y Mariquita Macario y así todos vivían. En esa época las excelencias les correspondía a Juanito Manuel como “tienda de comestible y ultramarino” y también tenía la cartilla de racionamiento. En el Ejido la emblemática Candidita, con gasolinera delante misma de la tienda, siguiendo por Artiles, Diego, Inesita y los tres bares muy frecuentados: el de Rosita con su futbolín y un juego de ajedrez con fichas rojas y negras para deleite de los militares de la Base Aérea de Gando y al otro lado del cruce del Ejido Muñoz y Monzón y la modernidad de Salvador Santana”.
En su recorrido don Rafael Martel recuerda a los barberos y los enamoramientos “En la plaza estaba maestro Domingo Estupiñán Sánchez, mas arriba estaba maestro Salvador, en el Toril, la de Julio y en el Ejido maestro Pulido y maestro “Navarro”. Los enamoramientos eran frecuentes en el Paseo del Ejido delante del “cine Morales” y en las fiestas delante de la Iglesia, en las descamisadas y en las giras que hacíamos en camiones, todos atrás con el “encerado desplegado”.
En el extenso e importante pregón nos hablan de las tradiciones y de la sana alegría en que se vivían en el pasado siglo XX, tuvo palabras para los maestros, especialmente para don José Serrano Nieto por su contribución al bachillerato libre con “diez años de edad a los hijos del pueblo del Carrizal”, tuvo sus gloriosos recuerdos de la playa del Burrero y los almacenes del empaquetado del tomate donde en este pueblo fue cuna de los principales exportadores Juliano Bonny Gómez y el inglés Mister Pilcher asi como una "cadena de pequeños empresarios de la zona con el mismo fin", recordamos también a aquel “plan Marshall” de la ayuda americana a los colegios en la época difícil de la pos-guerra (donde sobresalía la "leche en polvo y la mantequilla"). En el ramo de su niñez y la medicina el matiza que “Los cuatro primeros médicos del pueblo vivieron en tres casas contiguas, don Rafael Martel Rodríguez (padre del Pregonero), don Sebastián Sánchez Ruano, don Santiago Suárez Socorro y un servidor, al primero que fue (mi padre) no lo conocí yo era muy pequeño y los otros dos fueron mi referentes profesionales, don Chano me curó en mi niñez de una grave enfermedad y posteriormente fue mi "padrino”, ya mayor con mi profesión de médico mi colega don Chano me regaló mi historial clínico de mi proceso que él diagnosticó y me curó la tuberculosis”.
En su final del pregonero lanzó una propuesta de futuro “En nuestro entorno, tres municipios muy similares, geográficamente son iguales, con una misma estructura de asentamiento poblacional, núcleo de montaña, núcleo de medianía, núcleo de llano y núcleo costero, flanqueados por dos de los barrancos más importante de la isla, con un aeropuerto, con un puerto, con varios polígonos industriales, con un desarrollo comercial importante, con una acervo socio cultural idéntico, eclesiásticamente estamos mezclados y los linderos no coinciden con los administrativos, todos tenemos algo en el otro municipio y empezando por mí: nací y viví en el municipio de Ingenio, estudié en Agüimes y estoy casado con una mujer de Santa Lucía, ante esto propongo la fusión de los "tres municipios en uno solo"... ¿Es predicar en el desierto¿, en los tiempos difíciles que corren se unen naciones, empresas, negocios y hasta familias, porque la unión hace la fuerza y el que permanece unido triunfará. Y por último quiero dedicar este pregón a mi familia, en especial a mis tres hijos y a la mujer que ha hecho su existencia posible, mi esposa, a la que conocí precisamente con motivo de estas mismas fiestas hace 49 años cuando apenas era una chiquilla de 14 y quién prendió en ese momento una llama en mi interior que me ha iluminado el camino cada día de mi vida y que cada día de hoy representa, más que nunca, mi hogar”.
Cerró el acto el alcalde del Ayuntamiento de Ingenio don Juan José Gil Méndez, realzando el brillante pregón de don Rafael Martel, añadiendo que el mismo ha sido uno de los mejores pregones de las fiestas de la Virgen en Carrizal de los últimos años.