Las Bicentenarias Salinas de “Boca Cangrejo” (Litoral de Vargas - Agüimes) Propiedad del  Dr. D.  Rafael Martel Lozano
Artículo de Antonio Estupiñán Sánchez
4 de Octubre de 2016
Semi-escondida entre la desembocadura del barranco de Guayadeque y la playa de Vargas, se encuentra las salinas de “Boca Cangrejo”, nombre derivado por estar en la zona de boca barranco, que por su gran riqueza en Callaos, bañados por el mar, ha sido afamado por la cantidad de cangrejos que habitan éste trozo del litoral costero del municipio de Agüímes.
Esta salina tiene más de 200 años de antigüedad y es una de las pocas salinas de Gran Canaria, que conserva intacta su clásica construcción de antaño, sus primitivas paredes, tajos centenarios de almacenamiento, cristalización y vaporización de la sal, su canalización de sus limpias aguas desde el mar ayudado por un vistoso y antiguo molino de viento de aspas circulares, de más de 150 años y reconstruido en la década de 1.980 del pasado siglo XX.
Esta salina posee un rico historial, contado a través de generaciones de propietarios e inquilinos arrendatarios. Antiguamente ésta salina tuvo su bien ganada fama con el calificativo de haber sido la “despensa de la isla” en la calidad y cantidad de sal, siendo en ésa época transportada a lomos de burros, mulos y carretas por caminos y senderos, pasando por la zona agrícola de La Florida  vía Carrizal y desde allí a Ingenio, Agüímes, Telde, Las Palmas y zona sur, existiendo en ésa época aquellos tradicionales intercambios de sal por alimentos de la tierra, ya que dinero había poco y era costumbre éstos intercambios como también lo fue de aquellos molinos de gofios, donde se daba una parte del millo tostado al molinero a cambio del “gofio molido”.
Las salinas de “Boca Cangrejo”, fue propiedad del que fuera médico Don Rafael Martél Rodríguez y heredado en su hijo Don Rafael Martel Lozano, eminente médico e hijo del pueblo del  Carrizal. Las explotaciones salineras las llevó toda una vida Juanito Lozano, les siguió Sebastián Sánchez Cabrera, posteriormente siguió su explotación  Chano Cruz Viera, hombre vinculado a diversas actividades socio, culturales y políticas en Carrizal, hace poco las dejó y hoy las siguen explotando otras personas.
En su momento Chano Cruz nos manifestó que…”La empresa propietaria de don Rafael Martel Lozano, está llevando con tesón y sacrificio, el mantenimiento y arreglo de ésta típica e histórica salina, la cuál se extrae una excelente sal fina blanca de la variedad de “Sal de Hoja”, con buena aceptación del público, comercios y piscinas”. Y de cara al futuro nos dice que..”Existe buena perspectiva de futuro por la calidad de ésta sal y sus sabores y por estar sobre todo en una privilegiada zona de aguas limpias y transparentes  que acredita la bien merecida fama desde hace siglos”.