El Barranco de Guayadeque que limita los términos municipales de Agüímes e Ingenio en la Comarca del Sureste de Gran Canaria, es uno de los valles más impresionante y panorámico del archipiélago Canario. En los más de treinta kilómetros lineales que tiene, existen las huellas geológicas de sus tres fases magmáticas que lo formaron desde el nacimiento de ésta isla. De todos los barrancos de Gran Canaria, el Guayadeque, es el único que posee múltiples formaciones irregulares erosivas-volcánicas que están siendo estudiados desde hace muchos años por los científicos mundiales, esto sin contar con sus riquezas del mundo de las plantas, lugar éste donde existen cientos de plantas endémicas y un sin fin de otras que adornan y embellecen este paraje natural protegido que es visitado por más de medio millón de turistas e isleños anualmente.

De las millares variedades de plantas que habitan el barranco de Guayadeque,  gracias a las continuas humedades y riquezas acuíferas y favorecidas por sus múltiples mezclas magmáticas-volcánicas, hace de éste barranco un auténtico paraíso y un enclave favorecido en el complejo mundo de la botánica, resaltando plantas endémicas tales como la kunkelliela canariensis, y la helianthemun tholiforme y dentro de ése amplio mundo endémico se resalta en éste barranco una especie rara y única en el mundo,  la Marcetella moquiniana, conocida popularmente por “Palo de Sangre”, planta ésta que posee virtudes medicinales y hoy está protegida por estar en peligro de extinción. El Palo de Sangre es un arbusto que llega a medir varios metros de altura, como la foto que ilustra éste artículo y donde el vecino Bartolomé Rodríguez López, cuida con esmero éste raro ejemplar junto a su cueva-restaurante de Montaña Las Tierras de Guayadeque, él nos dice que…”ésta planta se da en todo su esplendor y belleza por ser éste barranco de unas condiciones muy diferentes a otros en su contexto volcánico”.